Fue a pedir apoyo, lo arrestaron y el Alcalde lo culpa / Columna

Por Jesús Olivas Figueroa
Cuando escuchamos que las autoridades cometen una injusticia, lo más prudente es acudir a todas las voces de los actores que intervinieron en tal o cual situación espinoza, es decir, aunque la primera percepción nos lleve a pensar que el culpable se aparentemente el de mayor poder, en ocasiones, no es siempre lo correcto.

Al momento de enterarnos de la situación donde un niño invidente había sido detenido por oficiales de policía, por supuestamente obstruir el cajón de un estacionamiento en el Ayuntamiento de Cajeme, nos sucedió lo escrito anteriormente.

Mire usted, hasta el día de ayer, y luego de escuchar varias versiones de los sucedido, me aferraba en sostener que la culpa no era del alcalde Rogelio Díaz Brown, sino del policía que se encaramó en un barco que viajaba al mundo de la insensatez, nulo criterio, estupidez y cargada soberbia autoritaria.

Y es que a final de cuentas, los gobernantes son los responsables de lo que sucede en los municipios, estados y país, pero la escaladas de responsabilidades también juegan un papel determinante, es decir, el criterio de cada funcionario debe estar a flor de piel, y si al no demostrarlo se riega el tepache, entonces su jefes deberán actuar en consecuencia.

Reirero, hasta ayer, Díaz Brown había hecho lo propio, pero luego de sus lamentables declaraciones al respecto, no me queda la menor duda que su proteccionismo atarantado, dejó mucho que desear, destiló ríos de estupidez, salpicó gotas de inmadurez política y demostró que la mano izquierda sólo la tiene para darle forma a su estética corporal.

Mire que decir que el niño invidente fue el culpable, mire que defender a José Manuel Arellano Alamillo, el policía falto de tacto, mire, sí, tuvo el valor de decir que Luis Fernando, el menor arrestado, se mostró grosero y violento, ¡Ay Alcalde! le brotó su conocida soberbia en el peor momento, su fama de junior prepotente le saltó en un tema donde las lleva todas de perder.

Hay formas, decenas de formas de tratar a un niño invidente que no dejó se violaran sus derechos, un jovencito valiente que lo único que hizo fue defenderse de unos gendarmes que querían azorarlo, cuando el único pecado de Luis Fernando, fue acudir a la comuna cajemense a pedir apoyo para poder operarse de un ojo con el que no ve.

Tache para El "Roger", su "valiente" declaratoria no encajó en este tema, él tuvo que haber dicho entre muchas cosas, que se investigará hasta las últimas consecuencias, que hablará con el policía, ¡que verán el caso pues!, cualquier cosa, pero nunca, jamás, culpar a un menor de edad, invidente y que le fue a pedir apoyo, como el culpable de la situación.

Su trabajo no es defender a los policías nomás por quitarles culpas, su trabajo no es juzgar sin argumentos válidos, no, su chamba es mandar a que se investigue, incluso, políticamente ponerse del lado del menor, apapacharlo, darle la ayuda que solicitaba, "que se yo", tomarse la foto con la mamá y el niño con la promesa de apoyo incondicional.

Pero no, lo más fácil para Díaz Brown fue echar culpas, despotricar tonterías, no tuvo prudencia, la desconoce, le es ajena, su sentido común lo dejó estacionado en el resultado final que le dio el triunfo como munícipe, el autoritarismo hizo presa de Rogelio, lo adoptó, es más, le gustó cargar el costal, ¡y cómo no!, si el fuero le permite envalentonarse con un menor de edad, que además tiene deficiencias visuales.

El que salvó el día fue el director de seguridad pública, Isaac Apodaca Lauterio, quien dijo que la sanción la determinará la comisión de seguridad y las órdenes del mismo Alcalde, descalificó la fuerza excesiva utilizada por el policía, y se descartó como un juez que imponga un castigo al oficial de transito Arellano Alamillo.

En alguien tenía que caber la cordura, no fue en el Presidente, ni cerca quedó de la orilla, su actuación entra perfectamente en el grupo de enfermedades que se conoce con el nombre genérico de fascismo, entre otras, el racismo.

¡Vaya! Pues, lamentable intervención del Alcalde Díaz Brown, justificar y defender a un policía que lo rodearon 11 más para detener, esposar y casi consignar a un menor de edad, que además es invidente y que estaba en el DIF municipal para solicitar apoyo para operarse del ojo izquierdo y así poder recuperar la visión por completo, en lo dicho, la estupidez del año.

Ventaneo político

QUE MIGUEL "Potrillo" Pompa Corella, ex diputado federal, pasará a ocupar el cargo de Director General de CONAVI, sí, ahí mismo donde Roberto Ruibal cobra como "asesor", que más bien sería como "aviador", porque de constructor o algo por el estilo, no se le conoce nada.

QUE EL DEDAZO del que había sido objeto el diputado federal David "el osea" Zepeda por parte del gobernador Padrés, se disolvió a sólo "tú síguele, al final veremos", debido a que otros actores que no eran invitados en las preferencias, subieron sus bonos, dígase Javier Neblina y Jesús Villalobos. ¡Veremos!

QUE LAS DIFERENCIAS que destilaron los diputados locales Karina García del PRI e Ignacio García del PAN en el pleno del congreso, siguieron en los pasillos y allá, en su terruño, Caborca, dizque no se pueden ver ni en pintura, ¡Será!, por lo que se vio en el pleno, no lo descarto.

DOS PALOMITAS para el regidor perredista Martín Matrecitos, quien esta semana fue la voz cantante en el cabildo hermosillense, primero, se opuso al alza se impuestos que se votaron el sábado anterior, y cerró la semana cosechando una de sus gestiones, al anunciar que los vecinos de la Invasión Red 2000 podrán tener certeza al iniciar la regularización de los terrenos que gestionó el edil.

Ahora si, listo...Dios los bendiga, cuide y proteja.
Cualquier duda, aclaración ó crítica mi correo es jessolfi@yahoo.com.mx

Buzón Ciudadano

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