El uso de la droga en los Estados Unidos aumentó 79 por ciento entre 2007 y 2012 , según datos federales, lo que provocó una ola de muertes por sobredosis y una “crisis de salud pública urgente y creciente”, dijo el procurador general Eric H. Holder Jr. el mes pasado.
“El Cartel de Sinaloa de México sigue siendo el mayor proveedor de heroína a los Estados Unidos, y controla tanto como la mitad del mercado de América del Norte.
El jefe de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, creció en las montañas fuera de la cabecera municipal de Badiraguato, y su organización sigue siendo la potencia dominante criminal a lo largo de la frontera occidental y la costa oeste de México.
Guzmán fue capturado por las autoridades mexicanas en febrero, pero el tráfico de drogas en la Sierra Madre Occidental continúa sin problemas”, sostiene el Post, que cita fuentes de la DEA. “Los hombres jóvenes con fusiles AK-47, pistolas 9 milímetros y radios portátiles patrullan los andadores de tierra en cuatro llantas, cruzando las montañas entre pequeños pueblos polvorientos y pistas de aterrizaje.
Toda la región es una granja gigante de drogas y ha sido así durante décadas”. El Ejército mexicano dice que destruyó 36,000 hectáreas de amapola el año pasado, frente a más de 40,000 en 2011.
Las autoridades mexicanas no han explicado la caída, pero los analistas dicen que los soldados están demasiado ocupados luchando contra los cárteles y patrullando las ciudades, con menos dinero y mano de obra disponible para la erradicación de cultivos, afirma el diario. Carl Pike, un alto funcionario de la División de Operaciones Especiales la Administración de Control de Drogas (DEA) dijo que la heroína está apareciendo en regiones de Estados Unidos en donde nunca antes se había detectado.
Con su bajo precio y su fácil transporte, la heroína se ha extendido más allá de Nueva York, Chicago y otros lugares en los que ha estado durante mucho tiempo.
Las zonas rurales de Nueva Inglaterra, los Apalaches y el Medio Oeste están siendo especialmente afectadas, con ciudades como Portland , Maine; St. Louis y Oklahoma City, que están luchando para hacer frente a una nueva generación de adictos.
Tomado de: SINEMBARGO.MX
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