Sí, ahora, luego que antaño reciente las declaraciones de Romero López desestimaban las recomendaciones que la delegación le había hecho, incluso, luego de la determinación de la SCJN de detener la construcción del ramal norte, al secretario de gobierno le importó poco, es más, nada, siguió ese discurso de confrontación que lo ha llevado a ser el tipo peor calificado del "Nuevo Sonora", y créanme, la lista es larga.
Textualmente Roberto le pidió "ayuda"...
"Le hago un llamado atento al ingeniero Lagarda que ha estado muy preocupado por la falta de agua en Hermosillo, ha sido un luchador en esto que nos diga cómo podemos hacerlo, que nos diga por dónde sí y con todo gusto vamos a acatar lo que él diga”.
¡No! si como bien dicen el miedo no anda en burro, y luego de la multa que le endosaron al gobierno del estado de 4 millones 36 mil 800 pesos, la situación cambió, la embestida que le dieron a las finanzas del estado no es cosa menor, y lo peor para Romero López es que el desenlace de la situación, irremediablemente es su culpa.
Y hasta ahora, el gobierno del estado no había sido perjudicado monetariamente, por eso el valemadrismo utilizado sistemáticamente por las huestes de Guillermo Padrés; sus lacayos destilaban "inteligencia" del cómo hacía sus tropelías sin recibir castigo alguno, pero las cosas llegaron al límite, y no sólo les clausuraron el ramal norte, si no que además la multa interpuesta por las ley de aguas nacionales, les pegó y fuerte.
Sin embargo, empezó como acostumbra, con la soberbia como escudo, con la altanería como arma, pero las balas de la verdad terminaron por ablandarlo, le salió lo "disciplinado", lo hombre de mano izquierda, de encargado de la política interna de Padrés, concienzudo, negociador, sí, pero a estas alturas, de qué le sirve, su imagen tiende de un hilo, muy endeble, casi enclenque, su astucia nunca llegó hasta que el agua literalmente, le llegó al cuello, y poco más allá.
El trabajo de Romero López dejó mucho que desear, el mismo gobernador lo debe de saber, pero despedirlo, moverlo de su puesto, sería como aceptar su error, y eso, Padrés no lo soportaría, es su amigo, su debilidad, y pensar siquiera que le falló, no está en sus más remotos planes, prefiere ser su cómplice, prefiere seguir hundiendo su barco político.
La ley es muy clara, y hay que cumplirla, que si es asunto político, que si es medir fuerzas, sí, no me queda la menor duda, sólo que el aferramiento de Romero López no está sustentado en la legalidad.
Mientras tanto, se dio a conocer a través de un comunicado donde se informó que la Dirección de Administración del Agua del Organismo de Cuenca Noroeste (OCNO) impuso al Fondo de Operación de Obras Sonora SI (Foossi) del Gobierno del Estado una multa, acción plenamente justificada y arropada por la ley de la razón y la legalidad.
En ese ir y venir de declaraciones, Roberto Romero las pierde todas, su ineptitud ha quedado al descubierto, su altanería se hizo añicos, su soberbia sobrada se arrodilló y su prepotencia enaltecida, evidenció falsedad y una tristemente celebre realidad, una realidad lacerante para el secretario de gobierno.
Ahora, gracias a la "estupenda" labor del secre Romeo, su jefe tendrá que desembolsar más de 4 millones de pesos, en tiempos donde el discurso gubernamental destella números rojos en su contabilidad, en tiempos donde Padrés no se ha cansados de exclamar que su gobierno ha caído en la austeridad ante una ola de finanzas cortas.
Insisto, "gran trabajo" de Romero López, habrá de ponerle su estrellita en la frente, como buen chavo. ¡POR FAVOR!, en serio que su histrionismo real, rebasó la ficción, su actuación se ganó el premio de los Razzies, los premios a las peores películas e interpretaciones y el filme, "La historia de un idiota valiente" arrasó con las designaciones.
Con que cara Romero López le pidió ayuda a Lagarda, luego de restregarle en el rostro hace unos días que la Semarnat, Profepa y Conagua, están “empecinadas” en querer detener la obra y dejar sin agua a la capital del Estado, a lo que el funcionario federal indicó que se trataba de una aberración. Llamándolo ignorante pues, tal como es, así.
El revés que ha sufrido el encargado de la política interna de Sonora, es irreversible, una vez más, sí, una vez más su trabajo es soso, el nivel de asombro de tantos paupérrimos arreglos que ha hecho, es nulo, ya no es nota, es más, ya nadie se sorprende, Roberto Romero López ha plasmado en la secretaría de gobierno, un abismo entre el bien gobernar y la más pura expresión de la ineptitud política.
Listo...Dios los bendiga, cuide y proteja.
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